9 de julio de 2012

ZAFIRO


Su espléndida belleza obtuvo un gran reconocimiento en épocas pasadas, y su poder talismánico es tan alto que los griegos, consideraban que era la única piedra preciosa digna de ser llevada como ornamento por los grandes sacerdotes del templo de Júpiter.

Durante siglos, magos y hechiceros creyeron que el zafiro era la síntesis absoluta de todas las gemas existentes, por poseer cada una de sus propiedades benéficas.

Su color varía desde un azul oscurísimo, casi negro, pasando por un celeste muy claro, casi transparente, hasta llegar a las tonalidades blanquecinas, que a primera vista, hacen que se confunda con un diamante. Antiguamente se establecían diferencias de color entre “machos” y “hembras”, pero esta clasificación ha caído en desuso en la actualidad.

Se encuentran sobre todo en; Sri Lanka, Tailandia, Australia, Camboya, China, India, Nigeria, Kenia, Tanzania, Cachemir, Estados Unidos.

Como amuleto, se cree que favorece las situaciones divertidas, la risa, la felicidad y los buenos momentos. Hasta el siglo pasado, se creía que representaba la castidad femenina. Por ello, se la empleaba con frecuencia en las ceremonias religiosas. También es eficaz contra la envidia, la mentira, el terror incontrolable y preserva la pobreza.

Su valor curativo resuelve los problemas de la piel y ayuda a curar enfermedades oculares. Alivia jaquecas, y a los órganos que tienen una sobrecarga funcional y energética, regula las glándulas del sistema endocrino, y alivia el sistema muscular, evitando calambres.

Como curiosidad; el zafiro más grande encontrado es “La Estrella de la India”, se encontró en Sri Lanka hace unos trescientos años, y fue donado al Museo Americano de Historia Natural, por J.P. Morgan. Más tarde un ladrón llamado Jack Murphy, lo robó, dos meses más tarde se recuperó.

El “Zafiro Logan” de 423 quilates es el zafiro azul más grande conocido, tiene forma de huevo, y está fijado en un broche rodeado de diamantes de 16 quilates. Fue donado por la Sra. De John A. Logan al Instituto Smithsonian (en Washington, Estados Unidos) en 1960.

Otros zafiros; “Estrella de Medianoche”, un zafiro negro de 116 quilates. El “Estrella de Asia”, de 330 quilates.

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