DOLOR DE MUELAS
El dolor de muelas ha sido desde la antigüedad un azote. A lo largo de la historia se han descrito muchos remedios extraños.
La creencia popular era que un gusano era el responsable de la caries. La primera referencia a este gusano se encuentra en Mesopotamia, donde usaban conjuros para librarse de él. En Egipto también se nombra a estos gusanos; “Un escriba, está aquí, el quinto gusano pica su diente”.
La medicina de todas las culturas conocían varios remedios para quemar a este gusano, como el de destruirlo quemándolo con la ayuda de una sonda o fumigándolo.
En el Antiguo Egipto, en el papiro de Ebers, se describe la receta de un medicamento para curar “la corrosión de la sangre de los dientes”. Los ingredientes son; el fruto de la planta gebu, cebolla, bizcocho, planta de anís y agua. Esta pasta se aplicaba al diente dolorido, para más tarde masticarlo durante 4 días.
En la Antigua Roma, Plinio dice que el cardo de los bataneros, una hierba que crecía cerca de los ríos, tenía un gusanito que tenía el poder de calmar el dolor, lo mataban y lo frotaban contra el diente o se metía en el agujero de la muela o diente y se cubría con cera.
Archigenes de Apamea, médico griego que vivió en Roma, recomendaba cálculos biliares hervidos, o gusanos tostados y nardos mezclados con huevos de araña.
Hasta el siglo XVII no descubren que el gusano no existe. Y se buscan nuevos métodos para calmar el dolor. En el siglo XX, cuando no se podía aguantar el dolor y el diente no se podía salvar, se empezaron a extraer, sin demasiadas medidas, o ninguna, de higiene.
0 comentarios :
Publicar un comentario