JUDÍAS

Su nombre científico es Phaseoulus que deriva probablemente del griego “phasiolos”, que se convertiría en “phaselus” o “faselus” en latín, palabra que servía para indicar una planta nutritiva que tal vez no pertenecía al mismo grupo de plantas que hoy llamamos judías.

Algunas especies tienen valor decorativo, mientras que otras son solamente de uso comestible.

Pertenece al género de las Papilionáceas y existen unas 100 especies. Su origen está en América tropical, Indias orientales, Asía y Madagascar. Se cultivan desde hace más de 5.000 años. A España y Europa llegaron en el siglo XVI.

Uno de los usos más curiosos de las judías es el que se refiere a los “mungo” que, en Java y en Indochina, se ponen a germinar durante 24 horas en agua y luego se pasan a recipientes adecuados a la espera de que crezcan largos brotes blancuzcos y transparentes, consumidos tanto crudos como en ensalada, cocidos con arroz, pollo o pescado.

En medicina se utilizan para el estrés, reducen el colesterol, es bueno para la diabetes, los dientes, los huesos, el cabello, la piel, las uñas, anemia, hipertensión arterial, ayuda en las dietas contra la obesidad, etc.

En el lenguaje del amor significa; “Te conseguiré pronto”. Desde la antigüedad se le ha atribuido a las flores de la planta otros símbolos como fortuna y prosperidad, siendo todavía hoy costumbre en diferentes regiones adornarse con estas flores con ocasión de ceremonias particulares y fiestas tradicionales.