NIÑOS SAMURÁIS
Al niño nacido dentro de una familia samurái se le educaba desde la cuna en el sentido de la autodisciplina y el ejercicio continuo, a la vez que se le proporcionaba un profundo conocimiento de los textos confucianos.
Estos textos transmitían los valores básicos para cada clase social, el principal era el sentido del deber, entendido como deuda hacia el emperador, el señor y la familia. El samurái crecía inculcado del principio de devolución de la deuda, una obligación moral y ética que casi siempre se generalizaba con el término “giri”
También se les inculcaba el desprecio a los bienes materiales, al dolor y, por encima de todo, a la muerte. Debía estar dispuesto a morir en cualquier momento. Se exaltaba la mayor virtud de un samurái, la lealtad. El desprecio a la vida y la fidelidad en el cumplimiento del deber llegaban tan lejos, que cuando se producía un conflicto entre estos dos deberes o deudas, el “bushi” sólo tenía una salida honorable, el suicidio ritual mediante el “hara-kiri”.
Su principal signo de identidad era el sable. Poder llevarlo era un privilegio. Era objeto de veneración, presidía el salón principal de la casa y recibía muchos cuidados. En la infancia al samurái se le entregaba uno de madera en una ceremonia formal, rito que se repetía en la adolescencia, con una espada auténtica.
8 comentarios :
Hola
gracias, muchos datos nuevos para mi en está entrada
como los cuatro libros de la sabiduria de Confuncio
que siempre está este libro al lado mio, es verde, y nunca se separa de mi
un saludo
José Jaime seguramente si siguiéramos muchos de sus consejos nos iría mrjor.
Un beso.
Magnífico artículo, aunque la filosofía del Samurai sobre todo se basa en un código denominado "Bushido" (Camino del Guerrero) que apareció por primera vez en una compilación denominada "Hagakure" a principios del Siglo XVIII.
El "Bushido" es el equivalente japonés al código de la caballería europea, aunque se diferencia de esta por la ausencia del amor cortés.
La tradición de regalar un pequeño tanto a los niños cuando cumplían los doce años se mantuvo en Japón hasta el final de la Segunda Guerra Mundial (tras esta se llegó incluso a pensar por parte de los aliados prohibir la fabricación de Katanas, tradición esta que se mantuvo en Japón gracias al general Mac Arthur) e incluso actualmente, se mantiene en algunas familias.
Salud y Amistad
Leí alguna vez que en la antigua Roma a los niños de cuatro años se les leía un discurso en el que se les decía algo así como "naciste romano y como tal, estás llamado a dominar el mundo". Y lo lograron.
Esta anécdota de los niños samurais me la recordó. A una edad muy tierna les dices que son portadores de un honor legendario y así crecerán.
Lo malo es cuando estas enseñanzas se revierten en contra del pueblo y a favor de los gobernantes:
Los suicidios de Okinawa
El honor es la mejor definición de caballería en casi cualquier cultura, siempre y cuando haya prudencia de por medio...
Un abrazo Ana!
G.
Chouan muchas gracias por ampliar la información por tu visita y tu comentario.
Un beso.
Georgells, muchas veces se pierde la prudencia. Gracias por el enlace.
Un beso.
Georgells: mencionas los suicidios de Okinawa, pero deberías haber explicado para los que no lo saben que el gobierno japonés inculcó tal fanatismo y sobre todo TERROR en la población de la isla de Okinawa diciéndoles lo mal que lo iban a pasar si eran capturados por los norteamericanos que mucohs de ellos optaron por el suicidio colectivo.
Curiosamente en la isla de Okinawa había mucha población indígena, no japonesa, que optó por el suicidio. Hoy en día es hecho no se lo perdonan al Japón.
Salud y Amistad
Chouan, lo que hacen el miedo y las amenazas.
Un beso.
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