16 de diciembre de 2008

ORIGEN DE LA ASTROLOGÍA


Los sumerios fueron los verdaderos padres de la astrología, y difundieron sus conocimientos a través de los viajeros y comerciantes.

Dos mil años antes de Cristo, los babilonios ya empleaban el Zodiaco circular, que simbolizaba al mismo tiempo la rueda de la Vida y la rueda del Cosmos, creencia que con algunas modificaciones, también fue asimilada por los hindúes.

Esta rueda estaba dividida en doce fragmentos, correspondientes a los doce signos. También tenía doce casas y siete planetas que, según ellos constituía la morada de los dioses. Esta división ha permanecido hasta nuestros días.

Entre los años 1500 y 500 a. C., la astrología se difundió de un modo extraordinario en la India, mediante el empleo de un zodiaco similar al que actualmente conocemos. Una de sus características era que la posición de los signos parecía invertida, algo lógico si se tiene en cuenta el cambio de hemisferio. Así el primer signo zodiacal era Libra en lugar de Aries, y así sucesivamente.

Los egipcios, poseían su propio calendario astrológico, dividido en doce meses de 30 días, más la incorporación de 5 días al final del año para conservar el ciclo anual de 365. De ellos proviene el decanato, que divide cada signo en tres partes iguales de 10 días.

Los griegos se encargaron no solo de investigar y profundizar los conocimientos recibidos, sino de hacer una verdadera y útil codificación tanto de la astrología como de la astronomía. Establecieron que la Tierra era el centro de un sistema planetario cerrado, y que el resto de los planetas estaban influidos por ella.

Esta concepción fue luego asimilada por el cristianismo y defendida a ultranza, de manera que hubo científicos que fueron acusados de herejes por sostener la hipótesis de que la Tierra no era sino uno de los planetas que giraban alrededor del Sol.

2 comentarios :

Merce DICE

Astronomía; una de las muchísimas cosas que me hubiese gustado estudiar... pero otra más que se quedó en el camino...

Ana DICE

Merce nunca es tarde.
Un beso.