19 de julio de 2007

EL VIGILANTE DE LA PLAYA



Ha llegado el verano y con él, el vigilante de la playa.

No está precisamente cerca, lo veo en la distancia con el mar de por medio.

Su pelo moreno, su cuerpo musculoso, su cara perfecta, su..., bueno su todo.

Se sube a su silla de patas gigantes y parece el árbitro de un partido de tenis, su cabeza, izquierda, derecha, centro.

Baja de su silla y camina por la arena, vigilante, coge los prismáticos y mira a su alrededor.

Sé que me está mirando, lo noto, noto esos prismáticos encima de mí, eso hace que me entre calor, mucho calor.

Me levanto, me tiro desde una roca de cabeza al agua, y él sigue todos mis movimientos, salgo del agua, me tumbo en la toalla, y sigo sintiéndome observada, el calor vuelve a recorrer mi cuerpo, creo que será mejor que me vaya a casa a darme una ducha fría.


Cualquier día voy nadando a la playa.

2 comentarios :

Ray Rudilla DICE

Yo en tu lugar, calibrando mi estado físico, cruzaría ese espacio a nado para decirle a, en mi caso, la vigilante de la playa, que me frotase la espalda en la ducha fría.
Saludos

Ana DICE

Un día de estos cruzo y se lo digo a ver si le apetece frotármela, a lo mejor no soy su tipo. Yo creo que sí. Un beso