CIUDAD DE LOS MUERTOS (EL CAIRO)

Era el lugar de enterramiento de Califas, Emires y otros sultanes mamelucos.

Albergan cantidad de tumbas, mezquitas y grandes mausoleos, con una particularidad, la mayoría, sino todas están habitadas por vivos.

Durante la guerra de los Seis días (1967) contra Israel, muchos de los habitantes del Canal de Suez, se vieron obligados a abandonar sus viviendas, y se produjo una emigración masiva hacía la capital, y se vieron obligados a convertirse en "okupas" de tumbas, ante la falta de alojamiento, y el alto coste de los alquileres.

Unas 50.000 personas viven en mausoleos el resto se apretuja en infraviviendas construidas en antiguos sepulcros.

Los dueños les dejan vivir a cambio del cuidado de las tumbas, otros pagan a los guardianes del cementerio unas libras, para que les dejen alojarse.
Los viernes, los propietarios van a visitar a sus muertos, llegan en grandes coches, leen algunos fragmentos del Corán, y se marchan.

En la calle Quait Bay, donde se erige la maravillosa mezquita del mismo nombre, hay tiendas, una barbería regentada por un cristiano, y un bar. Esta zona se conoce como Desierto de los Mamelucos.

La tumbas sirven tanto para tender la ropa, mesa supletoria o funciones más insólitas, la mayoría ni tienen agua ni luz y los que la tienen se suministran de la calle.
El olor recuerda que no hay servicios de alcantarillado ni de recogida de basuras.

Desde luego es fantasmagórico, yo fui de noche en coche, parece una película de terror, poca luz, o mejor dicho ninguna.

La gente que está sentada a la puerta de sus casas, o de sus tumbas, nos mira con cara de pocos amigos y más cuando saco la cámara y empiezo a hacer fotos.

Hasta los niños que están jugando por las calles son siniestros.