27 de septiembre de 2012

CONSTRUCCIÓN DEL COLISEO DE ROMA



El Anfiteatro Flavio, hoy conocido como Coliseo de Roma, fue encargado por el emperador Vespasiano, fundador de la dinastía Flavia, con la intención de que fuera el edificio más grandioso que se hubiera visto jamás. Además al construirlo, buscaba una diversión a los 300.000 parados de la ciudad de cualquier desvarío de rebeldía.

Su construcción empezó después de la conquista de Jerusalén (año 70), y fue inaugurado ocho años después, en tiempos del emperador Tito.

El edificio se ajustaba a unas dimensiones calculadas para que los 50.000 espectadores que cabían en las gradas, tuvieran sensación de intimidad, y al mismo tiempo sentir la magnitud del espacio.

Para su construcción, se trazó una calzada hasta las canteras de Travertino, situadas a 30 kilómetros de Roma. Para ello, viajaron 200 carros tirados por bueyes, llevando las piedras necesarias para construir el edificio. Para que tengamos una idea, solo para completar la pared interior fueron necesario 292.000 viajes entre la cantera y la obra.

Los arquitectos e ingenieros que dirigieron la construcción, idearon una especie de hormigón (todavía no se había inventado), que consistía en unir los bloques de piedra con grapas de metal, así los pilares de hormigón quedaban unidos.

Una vez terminada la obra, la arena del Coliseo de Roma se convertía en pocos segundos en una gran piscina donde era posible representar batallas navales, luchas de cocodrilos o ballets acuáticos.

Estos espectáculos no tuvieron demasiado éxito, se suspendieron y se construyeron en el piso inferior de la arena almacenes y celdas donde encerrar a las víctimas y animales salvajes de las luchas de gladiadores y los espectáculos públicos. Desde allí, victimas y animales accedían a la arena por un complicado sistema de rampas, pasadizos y ascensores. Las gradas disponían de 252 accesos por los entraba y salía el público. Las mujeres tenían un espacio reservado del masculino.

En verano, los marineros de la guardia imperial extendían una especie de toldo sobre el Coliseo. Para montarlo, la cornisa interior del suelo era elevada a 50 metros para aguantar los cables sobre los que se aguantaban unas velas gigantes de vivos colores.

La inauguración del Coliseo duró cien días. Murieron 2.000 gladiadores y 9.000 animales.

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