LA MALA SALUD DE NAPOLEÓN BONAPARTE

 

La imagen que tenemos de Napoleón Bonaparte (1769-1821) como eterno vencedor, por lo menos hasta su derrota final en Waterloo, tiene como contraste sus numerosos problemas de salud.

Mientras luchaba en Waterloo también luchaba contra las hemorroides, llegándose a decir que las hemorroides fueron la principal causa de su derrota, ya que le impedían montar a caballo, lo que no le permitió tener un conocimiento exacto de la marcha de la batalla.

También parece que sufrió de estreñimiento crónico durante toda su vida. No comía mucho, siendo su plato preferido las patatas hervidas con cebolla. Además, sufría un miedo atroz, llegando a la fobia, hacia los gatos. La sífilis también le acompañó.

Todas esas enfermedades hicieron a Napoleón un hombre muy precavido, por ello, en mayo de 1813 firmó una póliza de seguro por valor de 10 millones de pesetas de la época, cubriendo la eventualidad de que muriese en batalla o le hicieran prisionero. La prima que tuvo que pagar fue de tres libras para un seguro válido tan solo para un mes.