3 de marzo de 2019

HISTORIAS DE LUIS XI



Luis XI de Francia, el Prudente (1423-1483) fue un rey ambicioso, inteligente, avaro y disimulador. Se conocen algunas anécdotas que protagonizó a lo largo de su vida.

En una ocasión estaba discutiendo con Begne, un excelente músico que había inventado unos cuantos instrumentos, el rey le preguntó si sería capaz de inventar una música de cerdos, el músico le respondió que sí, y compró treinta y dos cerdos de varias edades y diferentes voces: ocho para la voz tenor, ocho como sopranos, ocho bajos y ocho contraltos. Después construyó un instrumento con teclado, algo parecido a un órgano, cada tecla movía un alambre, al final del cual había un aguijón de manera que, según se tocaban las teclas, las puntas herían a los cerdos y les hacían gritar. Invitó al rey y a la corte a oír el sorprendente concierto, el rey se divirtió mucho y a todos los asistentes.

Según cuentan Luis XI era muy sucio, un día un cortesano le quitó un piojo de la casaca, el rey quiso saber que había hecho. El cortesano le dijo que le había quitado un piojo, el rey le contestó que era normal ya que era un hombre y le regaló cuarenta escudos. En otra ocasión le quitaron una pulga, pero en esta ocasión el que se la quitó se llevó cuarenta bastonazos.

En una ocasión un campesino le regaló una zanahoria a Luis XI, la más grande que se había visto jamás, el rey le dio una recompensa. Un cortesano que había presenciado la escena, creyó que si le hacía un buen regalo al rey éste le daría una buenísima recompensa, mejor que la del campesino. Al día siguiente le regaló al rey un hermoso caballo. Luis XI, listo como nadie, entendió el motivo del regalo y le dio al cortesano la zanahoria del campesino y le dijo: -No creo poder darte mejor regalo que esta zanahoria que me ha costado tanto como el mejor de los caballos.

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