13 de febrero de 2016

NOCHES DE PASIÓN


Desde la antigüedad las personas han buscado recetas milagrosas para obtener el mayor placer sexual. Hay multitud de alimentos que por sus propiedades y efectos hacen que eso sea posible, además, claro está, de la predisposición que tengamos cada uno.

Una cena sencilla, pero a la vez muy efectiva, puede comenzar con unos espárragos, que incrementan la pasión, y unos dátiles que proporcionan virilidad y coquetería. Seguiríamos con unas berenjenas ligeramente rebozadas y con queso gratinado.

Una ensalada de rúcula, afrodisíaca desde la época de los romanos, unas almendras símbolo de pasión y fertilidad, todo rehogado con una mezcla de fresas y aceite.

El marisco tampoco puede faltar en ninguna cena romántica. Está relacionado con la diosa afrodita, nacida de la espuma del mar y aparece siempre representada sobre una concha. Para beber una copa o dos de vino que estimula los sentidos.

Como postre, una tarta de chocolate, para que sea más efectiva se le añaden unas fresas, frambuesas y arándanos, frutos rojos relacionados con la sexualidad. También se le puede poder vainilla que incrementa la pasión.

Para terminar la maravillosa cena, un maravilloso cóctel:

Cuenta la leyenda que Sheherezade, hija de un visir de la corte, le contó al rey de la India una fantástica historia que duró noches y noches, hasta que logró embrujarle por completo y evitar así que aquél cumpliera su venganza y la matara.

Este elixir de amor es una vieja receta india, una bebida muy sensual y excitante, especialmente indicada para una larguísima noche de pasión.

CÓCTEL MIL Y UNA NOCHE

Ingredientes

·       Medio litro de leche
·       Cinco dátiles
·       La yema de dos huevos
·       Una cucharada de miel
·       Una cucharada de leche de almendras
·       Un vasito de ron y otro de vainilla líquida

Elaboración

Vertemos la leche en un recipiente, en el que habremos introducido los dátiles. Lo cocemos a fuego lento hasta que estos pierdan consistencia. Batimos las yemas, añadimos la cucharada de miel y la leche de almendras, batimos con batidora.

Cuando todo está bien mezclado, echamos el ron y la vainilla. Si queremos suavizar el licor, añadimos dos claras de huevo batidas a punto de nieve.

Servimos a temperatura ambiente (no frío).

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