NOCHES DE PASIÓN
Desde la antigüedad las personas han buscado recetas
milagrosas para obtener el mayor placer sexual. Hay multitud de alimentos que
por sus propiedades y efectos hacen que eso sea posible, además, claro está, de
la predisposición que tengamos cada uno.
Una cena sencilla, pero a la vez muy efectiva, puede
comenzar con unos espárragos, que incrementan la pasión, y unos dátiles que proporcionan
virilidad y coquetería. Seguiríamos con unas berenjenas ligeramente rebozadas y
con queso gratinado.
Una ensalada de rúcula, afrodisíaca desde la época de los
romanos, unas almendras símbolo de pasión y fertilidad, todo rehogado con una
mezcla de fresas y aceite.
El marisco tampoco puede faltar en ninguna cena romántica.
Está relacionado con la diosa afrodita, nacida de la espuma del mar y aparece
siempre representada sobre una concha. Para beber una copa o dos de vino que
estimula los sentidos.
Como postre, una tarta de chocolate, para que sea más
efectiva se le añaden unas fresas, frambuesas y arándanos, frutos rojos
relacionados con la sexualidad. También se le puede poder vainilla que
incrementa la pasión.
Para terminar la maravillosa cena, un maravilloso cóctel:
Cuenta la leyenda que Sheherezade, hija de un visir de la corte, le contó al rey de la India una fantástica historia que duró noches y noches, hasta que logró embrujarle por completo y evitar así que aquél cumpliera su venganza y la matara.
Este elixir de amor es una vieja receta india, una bebida
muy sensual y excitante, especialmente indicada para una larguísima noche de
pasión.
CÓCTEL MIL Y UNA
NOCHE
Ingredientes
· Medio
litro de leche
· Cinco
dátiles
· La
yema de dos huevos
· Una
cucharada de miel
· Una
cucharada de leche de almendras
· Un
vasito de ron y otro de vainilla líquida
Elaboración
Vertemos la leche en un recipiente, en el que habremos
introducido los dátiles. Lo cocemos a fuego lento hasta que estos pierdan
consistencia. Batimos las yemas, añadimos la cucharada de miel y la leche de
almendras, batimos con batidora.
Cuando todo está bien mezclado, echamos el ron y la
vainilla. Si queremos suavizar el licor, añadimos dos claras de huevo batidas a
punto de nieve.
Servimos a temperatura ambiente (no frío).
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