LA TACONES (LEYENDA DE ECUADOR)

Cuenta la leyenda, que en Esmeraldas, Ecuador, vivía una joven de rubios cabellos, una noche estaba dando un paseo, cuando pasó por una calle estrecha, se cruzó en su camino un hombre que, al verla, la arrinconó en una esquina y abusó de ella.

Cuando llegó a su casa, con el vestido manchado de sangre y llorando, decidió bañarse y maquillarse. Mientras lo hacía, mirándose al espejo, juró que nunca más le harían daño.

La joven se puso un vestido rojo y unos zapatos de tacón alto. Salió de su casa y se fue a una taberna, donde empezó a beber para olvidar sus penas. Al entrar en la taberna, los hombres se giraron para mirarla, admirando su belleza y todos querían bailar con ella. Esos hombres la apodaron “La Tacona”.

Un hombre la sacó a bailar y le propuso ir a la playa para estar solos. Ella aceptó. Estando en la playa, el hombre trató de abusar de ella, y en ese momento, al ver la cara de la joven, se dio cuenta de que era un cadáver. La soltó de inmediato y corrió sin rumbo.

Cuando estaba agotado, se percató de que corriendo despavorido había llegado al cementerio. Se sentó sobre una tumba para descansar, y leyó un nombre sobre una lápida, era el de la joven a la que había intentando hacer daño. ¡Estaba muerta!

Muchos años después, cuando el hombre ya era un anciano, fue a visitar la tumba de la chica, y arrodillándose sobre su tumba le agradeció por todo, pues desde aquel día, ya nunca utilizó a las mujeres para satisfacer sus instintos, y fue un hombre de bien.

En ese momento el hombre notó una mano en su espalda y una voz que le susurraba: “eso era lo que quería oír”. Se giró sobresaltado y observó a una mujer rubia con un vestido rojo y tacones, que se alejaba del lugar.