OBRAS FAVORITAS EN LA ANTIGÜEDAD

Los abundantes manuscritos literarios que se han encontrado nos da la respuesta a cuáles eran las obras favoritas y más difundidas entre la gente de las antiguas civilizaciones. Existía el mismo nivel cultural entre las poblaciones egipcias y en las tierras helenísticas del Mediterráneo.

Las ediciones homéricas desenterradas entre las arenas del desierto son infinitas. Casi en todos los fondos de papiros que se descubren se encuentran trozos de Ilíadas y de Odiseas. De 1933 obras encontradas, 315 son fragmentos de la Ilíada y 80 de la Odisea.

Homero era el emblema del helenismo. Le seguía Demóstenes, protagonista de las libertades perdidas, qe fue muy leído durante la ocupación romana de Egipto. El interés por Eurípides disminuyó después de ser el más popular durante los tres siglos anteriores.

Menandro y Platón eran los más buscados y favoritos en todas las épocas. Les seguían Tucídides, Jenofonte, Isócrates, Hesíodo, Píndaro, Sófocles, Heródoto, Aristófanes, Safo, Teócrito y Baquílides. Casi no aparece Aristóteles.

De los 1800 libros encontrados en Herculano no se pueden sacar conclusiones de los gustos generales. Las páginas carbonizadas que se encontraron pertenecían a una sección de la librería filosófica. Sobre todo eran obras epicúreas.

En 411 a. C., los libros del filósofo Protágoras fueron quemados públicamente en la plaza de Atenas, porque no le gustaban a los poderosos de la época. Los agentes públicos confiscaron ediciones privadas que pertenecían a particulares.