MATA-HARI
Nació en Leeuwarden, Holanda, el 7 de agosto de 1876. La fama
de seductora comenzó a los 15 años, en la Escuela Normal de Lyden, donde fue
enviada con sus hermanos. Esos años los pasó huyendo del acoso y los castigos
del director.
En 1895, se casó con el oficial Rudolf John Mcleod, al que
conoció a través de un anuncio que publicó él buscando esposa. Cuando se
casaron ella tenía 19 años y él 39. Tuvieron una hija y se fueron a vivir a las
Indias Orientales. La relación con su marido no iba bien después de perder a su
segundo hijo, así que, volvieron a Ámsterdam, poco tiempo después abandonó al marido y a su hija y se marcho a París.
De Margaretha no se volvió a saber nada. Fracaso como modelo
de un artista. Conoció al Barón de Marguerie, que la introdujo en la sociedad
como una bailarina oriental. Ella cambió su acento y adornada como las
bailarinas javanesas, el cuerpo desnudo, sólo adornado con unas copas de bronce
que apenas le cubrían el pecho, nació Mata-Hari.
Durante los primeros años del siglo, bailó en los refugios
de soldados y políticos de todo el mundo, ella avivaba su leyenda, añadiendo a
su biografía lo que se le iba ocurriendo para hacerla más excitante. Estaba actuando en Berlín cuando estalló la guerra del 14,
en esa fecha era la amante del jefe de policía de la ciudad, y del cónsul alemán
y jefe del espionaje francés en Ámsterdam, Kraemer. Él le pidió que sacase información a los militares franceses,
a cambio de dinero. Ella acepta y se convierte en la agente H-21. Ambiciosa como
era, decidió jugar a dos barajas y se convirtió en agente doble. Los agentes
secretos franceses e ingleses sospechaban que trabajaba para los alemanes.
Después de una serie de aventura y sospechas de los
enemigos, es detenida cuando regresa a París, después de una misión, era el 13
de febrero de 1917. Al principio, lo niega todo, después lo reconoce. El consejo
de guerra la encuentra culpable y es condenada a muerte. Aunque parece que no
fue para tanto lo que hizo y con una condena menor hubiera bastado, pero
Francia necesitaba un chivo expiatorio y pensaron en ella.
De los doce disparos del pelotón de fusilamiento, sólo
impactaron en su cuerpo cuatro, (cuentan que los encargados de disparar lo
hicieron con los ojos vendados para evitar sucumbir a sus encantos) uno de esos
disparos le atravesó el corazón y eso convirtió a Mata-Hari, que tenía en ese
momento 41 años, en un mito.
2 comentarios :
Según la foto era bella Mata Hari.
Sabes Ana que en ciertos temas confío mucho en tí
y hace ya un tiempo que deseaba leer algo de Mata Hari.
En mi lista de curiosidad hay otras mujeres famosas como
Camille Claudel, Dalila, Juana de Arco, las llamadas
"Brujas" de la Edad Media, Bonny y otras.
Te felicito una vez más.
Víctor me alegro de haber dado en el clavo con lo que te apetecía leer. Tomo nota de tu lista y procuraré "cumplir tus deseos". Un beso fuerte.
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