LOS JÓVENES DE LA ISLA DE MANGAIA Y EL SEXO

En la isla de Mangaia, también conocida como Auau Enua, en las islas Cook, (en el Pacífico), ambos sexos experimentaban libremente antes de la pubertad y disfrutaban de una intensa vida sexual premarital. Sus madres eran las encargadas de enseñar a las hijas distintas técnicas de masturbación.

  

Las chicas recibían por la noche a pretendientes en la casa de sus padres y los chicos competían con sus rivales a ver cuántos orgasmos podían alcanzar. Las parejas jóvenes, tenían sexo 3 veces, como promedio, cada noche hasta cumplir los treinta.

Las jóvenes no estaban interesadas en declaraciones románticas, besuqueos prolongados o juegos eróticos preparatorios. El sexo no era una recompensa al afecto masculino, al contrario, el afecto era la recompensa a la satisfacción sexual.

La intimidad sexual no se conseguía demostrando primero afecto personal, sino que la joven mangaiana consideraba una demostración inmediata de virilidad sexual y comportamiento varonil como primera prueba de que su amigo la deseaba y así reflejaba su propia condición de mujer deseable.

De estos actos sexuales, podía o no brotar un afecto personal, pero los primeros eran requisitos del segundo. Todo lo contrario de los ideales de la sociedad occidental.

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