EL CAMBIO DE LEÓN TOLSTÓI

León Tolstói (1828-1910), el escritor ruso y heredero del condado Tolstoi, sintió en una época de su vida un odio por la vida que llevaba como noble ruso; dueño y señor de la vida de sus vasallos, a los que podía maltratar, explotar y en algunos casos matar.

Después de convertirse al cristianismo, le cambió totalmente la vida. Antes de abrazar la fe Cristiana había sido budista lo que hizo que la iglesia Ortodoxa lo expulsará en 1901.

Cristianizarse  le hizo vivir los últimos años de su vida como un pobre campesino en su casa de Yásnaia Poliana, en Tula. Vivía pobremente, se abstenía de fumar y de beber alcohol, se alimentaba de vegetales y dormía en un duro catre, repartiendo sus bienes, a pesar de que su esposa Sofía Bers se oponía pues no podía ni alimentar a sus trece hijos.

Tanta era la generosidad de León que los bribones pronto quisieron timarlo. Uno de ellos, Chertkov, le convenció de que debía entregar sus posesiones a un campesino que lo mereciese, ese campesino, como no, era él mismo.

Tolstói redactó un nuevo testamento legándoselo todo, lo que no gusto nada a su esposa. Un día él la encontró rebuscando entre sus papeles, con la intención de destruir el testamento, decidió abandonar Rusia.

Una fría noche de octubre, León Tolstoi compró un asiento de tercera en un tren con destino a la frontera rusa.

En ese viaje, enfermó de pulmonía. Murió unos días después, el 7 de noviembre de 1910.