HISTORIAS DE CORTESANAS

-En un censo realizado en la ciudad de Roma en 1490 por encargo del Papa Inocencio VIII, se contabilizaron 6.800 cortesanas, prostitutas y concubinas al servicio del clero romano.

Un siglo después se censaron en Venecia 11.600 cortesanas, el doble de esposas legales. La ciudad continuó así durante mucho tiempo. En el siglo XVIII, Venecia seguía siendo una ciudad depravada y de costumbres libertinas. Abundaban el juego y las apuestas más variadas a las que los jóvenes y los viejos, sacerdotes y laicos se entregaban.

Una noche de 1762, el abad Grioni apostó toda su ropa a la ruleta, la perdió y no tuvo más remedio que volver a su monasterio totalmente desnudo.

Monjas con vestidos escotados y adornadas con perlas y otras joyas competían entre ellas por el honor de servir como amantes a cualquier nuncio papal.

Se consideraba una deshonra para la mujer casada con un patricio no tener un “cicisbeo”, que era una combinación entre amante y gentilhombre de servicio.

 -Marie Duplessis (1824-1847) era una chica empleada en una fábrica de corsés y en una sombrerería, antes de ejercer como prostituta en París. Encumbrada a la categoría de cortesana e introducida en la alta sociedad de París, deslumbró a la corte.

Acumuló amantes y riquezas en muy poco tiempo. Se convirtió en la mujer más admirada y envidiada de la corte. Siempre se adornaba con una camelia blanca.

Alejandro Dumas, hijo, narró su historia en “La Dama de las Camelias”, bajo el seudónimo de Margarita Gautier. También Giuseppe Verdi compusó la ópera "La Traviata" pensando en ella.