CUIDADOS CORPORALES DE UN FARAÓN
Los hombres egipcios
aparecen en las estatuas y grabados antiguos con el cabello largo y barba
puntiaguda. Más tarde, los cabellos eran cortos y la barba se sustituyó en los
faraones y los altos funcionarios por una barba postiza pegada. En las clases altas
del Imperio Antiguo apareció el bigote.
En una estatua del faraón
Tutmosis III se observa que lleva una barba postiza que le sube por las
mejillas, sujeta con una cina y desaparece bajo la corona real. La longitud de
la barba indica la importancia de quien la lleva.
Si el portador de la
barba era un dios con figura humana la barba llegaba hasta el pecho con las puntas
enrolladas. Normalmente la llevaban trenzada y con una piedra de lapislázuli al
final
En principio los
productos para los cuidados estéticos eran encargados a la clase sacerdotal
(3000 a. C.) que se dedicaban al estudio de las materas primas, mezclas y
aplicación ritual en las ceremonias. Poco a poco estas prácticas fueron copiadas
por las clases aristocráticas.
Los faraones dedicaban
mucho tiempo a cuidarse. El aseo del cuerpo empezaba con un baño perfumado en
el que frotan con natrón (limo del Nilo). Después se exfoliaban con suabu
(pasta de ceniza y batán) para seguir con un masaje con aceites perfumados.
Seguidamente se daban
brillo al cuerpo con pintura color ocre. Las venas de las sienes y el busto se
las realzaban con pintura color azul. Se delineaban los ojos con Kohol negro, haciéndose
una línea en el párpado superior e inferior, uniendo ambas líneas en el extremo
exterior del ojo.
Se pintaban los párpados
con colores fuertes, que obtenían con minerales molidos. Alargaban sus cejas pintándolas
de negro. Oscurecían sus pestañas y en ocasiones se las . Depilaban. Coloreaban
sus mejillas de color rosa. Las uñas de los pies y las manos se llevaban
cuidadas y teñidas con alheña, esto les ayudaba a protegerlas del polvo del
desierto.
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