GRANATE

Aunque existe la creencia de que el granate es una piedra únicamente roja, hay una gran variedad de colores que van desde el púrpura, naranja, amarillo, verde, castaño, café, negro e incoloro. El de color rojo fuerte, suele confundirse con el rubí, a pesar de que el granate es una piedra menos valiosa. El nombre granate deriva del latín granatus, que significa “con granos”.

Esta piedra ha tenido durante siglos gran prestigio y consideración. Cuenta la leyenda que Abraham colocaba en las habitaciones de sus esposas, donde las tenía encerradas y sin luz, vasos tallados en granate que esparcían una potente luz, con esto, leía los pensamientos más ocultos de sus esposas.

En la Edad Media, al negociarse un tratado de paz después de la batalla, los caballeros solían lucir algún granate para demostrar la sinceridad con que estaban dispuestos a llevar a cabo el tratado. También creían que se recuperaban más rápidamente de sus heridas o envenenamientos.

En el siglo XII se utilizaban para ahuyentar a los insectos. Comprobaban si la gema era verdadera o una imitación, desnudando a la persona colgándole la piedra en el cuello, se la untaba el cuerpo con miel y se la acercaba a un panel de abejas. Si las abejas le picaban era falsa, si no le picaban, verdadera.

Los persas lo utilizaban contra los rayos y la fiebre. Los griegos y los romanos hacían amuletos con el granate, ya que creían que tenía muchísimas cualidades mágicas.

Los monarcas árabes, siempre llevaban granates entre sus adornos como prueba de su buena disposición.

El granate se utiliza como amuleto para aumentar la resistencia, el vigor. Propicia el bienestar general, evitando dolores y malestares. Aumenta el deseo sexual. Problemas de hígado y pulmones.