26 de octubre de 2010

LA MUERTE DE CLEOPATRA SEGÚN PLUTARCO


Parece ser que la versión de Plutarco sobre la muerte de Cleopatra es la que más se parece a la realidad, aunque nunca vamos a saber cuál es la verdad.

Plutarco dijo:

“Después de comer Cleopatra tomó sus tablillas, sobre las cuales había escrito una carta para Octavio César, y una vez selladas se las envió. Luego mandó salir a todos los que estaban en sus habitaciones, exceptuando dos sirvientas, y cerró la puerta por dentro.

Cuando César abrió la carta, los fuertes y conmovedores ruegos que en ella leyó, y en los cuales la reina le rogaba ser enterrada al lado de Antonio, le revelaron lo que Cleopatra había hecho”. (Las dos sirvientas se suicidaron con ella llevándose el secreto a la tumba).

“Después del baño la reina se sentó a su mesa y le sirvieron la comida, durante la cual vino a su presencia un campesino con un cesto. Los guardianes le preguntaron qué llevaba en él, y el hombre, separando las hojas que lo cubrían, les enseño que estaba lleno de higos. Los centinelas admiraron el tamaño y la frescura de estos, y el campesino les invitó a probarlos. Su aspecto de buena persona no hizo sospechar a los centinelas y le dejaron pasar”.

No se sabe si el aspid que dicen que la envenenó estaba escondido entre los higos. La versión de Plutarco dice:

“No sabemos cómo murió. Se dice que había llevado con ella el veneno en un alfiler hueco y éste lo tenía escondido entre el cabello, pero no se notó mancha ni cardenal alguno en su cuerpo ni otra señal de veneno”.

“Se dijo que se habían visto algunos vestigios del aspid a orillas del mar, por la parte del edificio que miraba al agua, y donde había ventanas abiertas. Algunos dijeron que se había notado en el brazo de Cleopatra dos marcas pequeñas y tenues”.

0 comentarios :