IRENE EMPERATRIZ DE BIZANCIO

Irene fue la primera mujer que ocupó el trono imperial de Constantinopla. Nacida en Atenas, esposa y madre de emperadores, era una mujer controvertida y con fama de cruel a quien la iglesia ortodoxa hizo santa.

Irene llegó a Constantinopla desde Atenas en el 769, tenía unos quince años de edad. El emperador Constantino V la había elegido como esposa para su hijo El coemperador León IV, que tenía 19 años.

En enero de 771 Irene dio a luz a su único hijo Constantino en la cámara púrpura del Gran Palacio de Constantinopla. En agosto de 775, tras la muerte de Constantino V, Irene y León IV ascendieron al trono.

En 780, el emperador León murió envenenado, (según parece). El nuevo rey Constantino, que no había cumplido todavía los diez años, habría sido presa fácil para los enemigos de no ser por la firme resolución de su madre, Irene, que tomó el mando y con la ayuda de sus eunucos de confianza, Ecio y Estauracio, se deshizo de sus enemigos, los hermanastros de León IV.

De este modo Irene comenzó su reinado, con algunas interrupciones, los 22 años siguientes. Cuando el joven emperador llegó a la edad adulta, Irene no quería cederle el trono. Para controlarlo, había roto el compromiso matrimonial de Constantino con una de las hijas de Carlomagno y lo obligó a casarse con María de Amnia, una chica de la nobleza de Anatolia. Constantino la odiaba y la engañó con una de sus damas Teodota.

En 790 Constantino logró hacerse con el poder, Irene fue confinada en el palacio de Eleuterio. Dos años después volvió a la corte. En 795 el joven repudió a María y se casó con su amante Teodota, a quien le dio el título de augusta. E 797, tras un golpe de palacio, Constantino VI fue cegado por orden de su madre en la cámara púrpura. Mientras Irene asumía el poder absoluto. El hijo y Teodota fueron encerrados en un monasterio.

A partir de entonces Irene gobernó Bizancio durante cinco años, con el título masculino de basileus (emperador). Rechazó casarse con ninguno de los candidatos, y solo aceptó una negociación de Carlomagno. Con este matrimonio aseguraba la continuidad de su reinado en solitario en Oriente.

Su plan fue un fracaso y en 802, Irene fue arrestada y conducida al monasterio de la isla de Prinkipo, donde permaneció unos días. Más tarde la trasladaron a Lesbos, donde murió poco después.

Los cristianos ortodoxos el 7 de agosto la veneran como santa, y restauradora del culto a los iconos, las imágenes sagradas.