HISPANOS EN EL CIRCO ROMANO

Cayo Apuleyo Diocles fue un auriga lusitano que tuvo una gran fama en el Imperio Romano. En el año 146 d.C. sus admiradores y los seguidores erigieron un monumento en su honor. De esa forma celebraron su retirada del oficio después de conducir cuadrigas en todas las factiones durante 24 años en los principales circos de Italia, incluido el Circo Máximo.

Había empezado a la edad de 18 años. Corrió 4.257 veces y obtuvo 1.462 victorias, ganando un total de 35.863.120 sestercios (56 millones de euros). De Eutiques, auriga tarraconense muerto a los 22 años, famoso tanto por sus triunfos como por su belleza dentro y fuera de la ciudad.

Su lápida funeraria se conserva y está fechada entre los siglos II y III d.C., en ella se puede leer:

“Yacen en esta tumba los restos de un aprendiz de la pista que, sin embargo, era ya bastante diestro en el manejo de las riendas”

En boca de Eutiques se pone:

“Yo sin miedo a subirme en carros tirados por cuadrigas, seguía conduciendo los tirados por dos caballos. Los hados tuvieron celos de mi juventud. Y no me fue concedida la gloria del circo para que la multitud me llorase con sus lágrimas. Abrasaron mis entrañas malignos ardores que los médicos no pudieron vencer. Te ruego caminante, esparzas flores sobre mis cenizas”.