EL CRÁNEO DE DESCARTES II

... SIGUE... Fue ahí donde empezaron los problemas de nuevo, el lugar era demasiado estrecho, era imposible hacer entrar el féretro, y se decidió cambiar de ataúd el contenido. Al efectuar esta operación, se encontraron con la sorpresa de que la cabeza había sido robada.

En el ataúd sólo se encontró una tibia, un fémur, un cúbito y un radio, lo demás estaba pulverizado. Se halló también un hueso que no se sabe si era un frontal. Pero era increíble que el cráneo hubiese quedado reducido a polvo antes que todo lo demás.

En 1821, el químico sueco Berzelius revelaba a un paleontólogo que tenía el cráneo de Descartes. Este cráneo llevaba una inscripción en sueco que decía: “Cráneo de Descartes, tomado por el Sr. I. Planstrom en 1666 cuando se enviaban los restos a Francia”.

En unas supuesta memorias de la reina Cristina, en 1757 se dice lo siguiente: “No se debe pasar en silencio un hecho conocido por pocas personas… Un oficial de la guarnición de Estocolmo comisionado para exhumar el féretro de Descartes, lo abrió, extrajo el cráneo, y lo conservó durante el resto de sus días.

Después de la muerte del oficial sus acreedores, en lugar de dinero, hallaron el cráneo, que ha pasado después a otras manos. Aquel oficial se llamaba Isaac Planstrom”.