LOTARIO II

Después de dos años de matrimonio estéril, Lotario II (835-869), rey de Loratingía (condado que se extendía desde Frisia hasta los Vosgos al que luego agregó el ducado de Lyon),decidió separarse de su esposa Tetberga, para unirse a su concubina Waldrada, que acababa de hacerle padre.

Como Tetberga decidió no concederle el divorcio, Lotario la acusó de incesto con su propio hermano, pero ella demostró su inocencia con ordalías, las pruebas a las que se somete un acusado para demostrar mediante rituales su inocencia o culpabilidad.

Entonces el rey puso en marcha el plan B, que consistía en encarcelar a Tetberga hasta que declarase que quería ingresar voluntariamente en un convento. Pero los obispos no estaban por la labor de disolver el matrimonio.

Lotario activo el plan C, mediante torturas y otro tipo de coacción, logró que la reina se autoinculpara ante una asamblea de Loratingía no sólo de haber cometido incesto, sino de que éste fue un coito inter femora que culminó en un embarazo y un posterior aborto.

Tetberga fue condenada a penitencia pública, pero la solicitud de divorcio real fue pospuesta para ser consultada con expertos en Derecho canónigo. Mientras tanto Tetberga apeló al papa Nicolás, que accedió a enviar dos delegados para que intervinieran. El rey, mientras tanto, sobornó a los emisarios papales, consiguió anular su matrimonio y, finalmente, casarse y coronar a la concubina. Furioso con el resultado, el pontífice convocó un sínodo en Letrán y logró que se anulara el procedimiento.

En 865, la ex reina regresó junto a Lotario, quien un año después volvió a presionarla para lograr la disolución sobre la base, otra vez, de que era estéril y de que quería entrar en un monasterio. El papa advirtió al rey de que, aunque Tetberga tomara los hábitos no podría volver a casarse con otra mujer.

La guerra terminó con la muerte de Lotario cuando volvía a su casa de Roma, donde en 869 había obtenido la absolución de Adriano II, el sucesor de Nicolás.