LA PAPISA JUANA
Solo transcurrieron unas semanas entre la muerte del Papa León IV, en el año 855, y la llegada de su sucesor Benedicto III. Sin embargo, diversas crónicas medievales coinciden en que entre el pontificado de uno y otro y durante dos años y medio, reinó en la Santa Sede una mujer la Papisa Juana.
En el siglo X, el monje Mariano Scoto escribía:
“León IV tuvo por sucesor a una mujer llamada Juana, que ocupó el trono de Pedro durante dos años, cinco meses y cuatro días”.
Dos siglos más tarde, el dominico Martín Polomo relataba que la dama era de origen inglés y que después de haber sido Papa, murió de parto en una procesión y fue enterrada sin aparato alguno en el mismo sitio en que murió, supuestamente en una calle cercana a la Basílica de San Juan de Letrán, en la ciudad de Roma.
Aunque Martín Polomo, penitenciario de Juan XXI y Nicolás III, reconocía así que hubo una papisa, tampoco dudó en recomendar que no se la incluyera en las listas cronológicas de los Papas, y al parecer jamás estuvo en ninguna.
Se cuenta de ella que era muy culta, muy piadosa y enseñaba teología. El escritor Emmanuel Rhoidis, autor de un estudio sobre esta misteriosa dama, que Juana oculto su sexo desde la infancia y vivió siempre disfrazada de hombre, gracias a lo cual pido acceder al trono pontificio sin problemas, según parece bajo el nombre de Juan VIII. La existencia de esta Papisa sigue siendo un misterio y nunca ha sido aceptada por la iglesia.
En el siglo X, el monje Mariano Scoto escribía:
“León IV tuvo por sucesor a una mujer llamada Juana, que ocupó el trono de Pedro durante dos años, cinco meses y cuatro días”.
Dos siglos más tarde, el dominico Martín Polomo relataba que la dama era de origen inglés y que después de haber sido Papa, murió de parto en una procesión y fue enterrada sin aparato alguno en el mismo sitio en que murió, supuestamente en una calle cercana a la Basílica de San Juan de Letrán, en la ciudad de Roma.
Aunque Martín Polomo, penitenciario de Juan XXI y Nicolás III, reconocía así que hubo una papisa, tampoco dudó en recomendar que no se la incluyera en las listas cronológicas de los Papas, y al parecer jamás estuvo en ninguna.
Se cuenta de ella que era muy culta, muy piadosa y enseñaba teología. El escritor Emmanuel Rhoidis, autor de un estudio sobre esta misteriosa dama, que Juana oculto su sexo desde la infancia y vivió siempre disfrazada de hombre, gracias a lo cual pido acceder al trono pontificio sin problemas, según parece bajo el nombre de Juan VIII. La existencia de esta Papisa sigue siendo un misterio y nunca ha sido aceptada por la iglesia.
4 comentarios :
Estupenda historia, llena de misterio...
Yo quiero a mujeres en los puestos supremos de la Iglesia, ya!!
Como siempre, la iglesia ocultando datos, sobre todo si hay alguna mujer por en medio.
Ana me tienes enganchada!
Enrique, a ver si no solo vemos monjas en la iglesia catolica. Un beso.
La muá el día que salga todo lo oculto se les va a caer el pelo.
Gracias por leerme y comentarme.
Un beso.
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