LA CASCADA DE LA NOVIA (LEYENDA DE PUERTO RICO)
A pocos minutos del Paraíso, en Puerto Rico, se encuentra una catarata de 600 pies de altura, algunos la llaman la cascada de la novia. La leyenda dice así:
Para celebrar la despedida de solteros, una pareja de novios y sus amigos salieron a pasear al Valle de Orosi. Ellas iban vestidas con colores alegres, montadas a caballo, a medio lado, como era la costumbre, luciendo felicidad en sus rostros bonitos. Los chicos manejando sus caballos adornados con albardas de palta, riendas de crin negras y bonitas espuelas.
Por fin llegaron al maravilloso Valle de Orosi, lugar de espectacular belleza, donde parece que a Dios se le fue la mano el día que lo creó. Hubo bailes, risas, algunos versos, muchos piropos, sonrisas cariñosas, miradas coquetas y picarescas, mucha alegría y algunos brindis.
Se brindó por la novia, por el futuro, por las mujeres; el novio por la novia, por su sonrisa, por sus ojazos grandes, por su pelo negro, por ese pelo trenzado, más abajo de la rodilla, al cual, el día de bodas, como dijo el novio, había que buscarle un velo de material tan transparente, que ni por un momento ocultara a la vista tanta belleza.
Todo lo bueno termina. La cabalgata de amigos emprendió el regreso. Al pasar cerca de la catarata, el caballo de la novia, por una imprudencia, se asustó. Loco y relinchando, se lanzó al abismo, llevándose con él a la novia, a la de los grandes ojos, a la del pelo trenzado más abajo de la rodilla.
La leyenda ya se ha olvidado. Solamente el río, al lanzarse en el abismo, la recuerda y estrepitosamente la repite, en un extraño idioma que nadie puede entender…
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