MAESTROS ALBAÑILES EN LA EDAD MEDIA

El maestro albañil de la Edad Media desempeñaba un papel imprescindible en la construcción de los edificios. El monje Gervais, relata los trabajos del maestro albañil Guillaume de Sens que construyó el coro de la catedral de Canterbury en el siglo XII, dice el monje: “Se comprometió en conseguir piedras allende los mares. Construyó aparatos para cargar y descargar los barcos, y para transportar el cemento y las piedras. Entregó los modelos para tallar la piedra a sus obreros, que estaban reunidos, y sin pérdida de tiempo, preparó otras piezas semejantes”.

Algunos maestros albañiles tenían tanta fama que los convocaban los mejores arquitectos de lugares lejanos, fuera de su país de origen. Estos maestros eran también dibujantes, se les consideraba responsable de todos los detalles.

Los vitrales de las iglesias eran realizados por otros artesanos con mucho talento. El éxito de un vitral dependía totalmente del artesano. El vidriero debía tener un equilibrio para combinar los colores. Tenía que controlar la llegada de la luz al interior del edificio, y elegir las piezas de vidrio de colores necesarias para obtener los efectos que deseaban. Como el vidrio era muy costoso, debían mantener los vitrales, cuidándolos y reparándolos cuando era necesario. En el siglo XVI se empezó a diferenciar el aspecto artesanal y el aspecto artístico en la fabricación de un vitral, ya que el vidriero fabricaba los vidrios engastados en plomo, y el pintor vidriero elaboraba el vitral.