LA PRIMERA MUJER EN EL ESPACIO

En el año 1963, la Unión Soviética envió al espacio a la primera mujer, Valentina Tereshkova. Era aficionada al paracaidismo antes de comenzar su formación como cosmonauta en 1962. Fue elegida por su gran capacidad como paracaidista. Partió al espacio en la cápsula y vehículo de lanzamiento Vostok 6. Como la misión era secreta, su familia pensaba que estaba en un concurso de paracaidismo.

No estuvo sola en el espacio; dos días antes se había lanzado la Vostok 5 en la misma trayectoria orbital, al mando iba el astronauta Valery Bykovsky. Las dos naves espaciales llegaron a ponerse a 5 kilómetros de distancia en órbita. Cuando Vykovsky completó 82 órbitas a la Tierra y Tereshkova había completado 48, regresaron a salvo a la Tierra el mismo día.

Ella estaba casi inconsciente cuando aterrizó, al día siguiente ya estaba muy recuperada y grabó una recreación. Enseguida consiguió fama mundial. 19 años después, Svetlana Savitskaya le siguió los pasos.

La cápsula del Vostok 6 estaba protegida durante el lanzamiento por dos cubiertas muy parecidas a pétales llamadas la cofia. La sección superior del cohete contenía la cápsula Vostok 6 y ayudaba a ponerla en órbita. Los propulsores de la Vostok 6 utilizaban motores RD-107 que se habían desarrollado a partir de los primeros misiles balísticos intercontinentales del mundo. Cada uno de los cuatro propulsores tenía un motor cohete en la base, que estaba alimentado por queroseno y oxígeno líquido.

La cápsula esférica contenía una cabina presurizada de 2,3 metros de ancho, con un asiento eyector para que se sentase Tereskhova. El módulo cónico de debajo de la cápsula contenía el cohete de regreso a la tierra y los sistemas de control térmico. Unos tanques de oxígeno y nitrógeno comprimidos daban aire respirable y propulsión a la nave.