EMERITA AUGUSTA (MÉRIDA)

En el año 25 a. C., el embajador Publio Carisio recibió del emperador Octavio Augusto la orden de desmovilizar a los veteranos (emeriti=retirado en latín) que habían luchado en el frente astur, para fundar con ellos una nueva colonia de retiro a orillas del Guadiana. De esta manera nació Augusta Emerita, la principal ciudad romana del sudoeste peninsular. Desde el 15 a. C. fue la capital de la nueva provincia hispana de Lusitania. Actualmente es la ciudad española de Mérida, en Badajoz.

Los constructores de Augusta Emerita concibieron la ciudad como una magnífica urbe de 80 hectáreas de superficie, rodeada por una muralla con torreones. El caso urbano estaba condicionado por dos grandes vías, el Cardo Máximo, orientado de norte a sur, y el Decumano, de este a oeste. El Templo de Diana, se levantado en la confluencia de las vías anteriores.

Lo más impresionante son el teatro y el anfiteatro. El primero estaba destinado a las artes escénicas y acogía espectáculos muy apreciados por los altos mandatarios, en el anfiteatro se realizaban las luchas de gladiadores.

El teatro de Mérida empezó a construirse bajo el mandato del cónsul Marco Agripa el año 18 a. C., y se terminó en tiempos de Adriano en el año 135. El escenario constaba de dos pisos de estilo corintio, con trece metros de altura y siete pórticos, tres de ellos más profundos para disimular las puertas que comunicaban el escenario con los vestuarios. La cávea era muy grande, 87 metros de diámetro y las gradas con una capacidad para 5.500 espectadores. La acústica era sensacional.

El anfiteatro quedaba separado del teatro por una avenida. Se terminó de construir el año 8 a. C. De forma ovalada y un aforo para 15.000 espectadores, ofrecía sangrientos combates entre gladiadores y fieras. A poca distancia, fuera de la muralla estaba el circo, el más grande espacio lúdico de Augusta Emerita, con 400 metros de largo y 100 de ancho, con una capacidad para 30.000 espectadores.

Siguiendo el perímetro de la muralla se encuentra el puente sobre el Guadiana: 792 metros de largo que reposan sobre 60 arcos. Para su realización fue necesario construir primero una isla artificial en el cauce, reforzada por un grueso muro; los tablones en forma de cuña impedían que las crecidas del Guadiana embistieran contra los pilares maestros del puente.

El 8 de febrero de 1973, Mérida fue declarada “Conjunto Histórico-Arqueológico”, única ciudad que ostenta esta denominación. El Conjunto Arqueológico Emeritense fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en diciembre de 1993.