PEDRO DE ALVARADO Y BEATRIZ DE LA CUEVA

Pedro de Alvarado y Contreras (1485-1541), nació en Badajoz. Fue un conquistador que participó en la conquista de Cuba, México, de gran parte de Amércia Central (El Salvador, Honduras, Guatemala).

Los mayas lo llamaban “Tonatiuh”, el dios de la cabellera llameante, la razón, porque era pelirrojo. Se cuenta que era codicioso, violento, arrogante y sin escrúpulos. Tuvo muchos romances con mujeres mayas de alto linaje. En 1527 el rey Carlos V le nombró gobernador, capitán general y adelantado de Guatemala (en ese momento el territorio ocupaba casi toda América Central).

Alvarado se casó en primeras nupcias con Francisca de la Cueva, sobrina del duque de Alburquerque, ésta murió nada más desembarcar en Veracruz. Él se casó, gracias a una dispensa papal, con la hermana de ella, Beatriz de la Cueva (1500-1541). Este segundo matrimonio sólo duró un año, Pedro Alvarado, murió aplastado por un caballo en una contienda con los indios chichimecas.

Su mujer, Beatriz, desolada por la pérdida de su marido, mandó pintar todo de negro, el palacio, los paños de las iglesias, las caballerizas, etc. Todo el día se los pasaba llorando, gimiendo, chillando, no comía ni bebía.

El cabildo, los alcaldes y los regidores la nombraron “la primera gobernadora de Guatemala” de la historia. Ella aceptó sumisa el cargo, y firmó con una rúbrica negra. Era el 9 de septiembre de 1541.

Al día siguiente una terrible tormenta se apoderó de todo lo que encontró a su paso. El volcán de fuego empezó a vomitar, arrasándolo todo. Beatriz, con sus damas, no quiso huir. Envolvió a su pequeña hija en una manta y se refugiaron en la capilla de su hacienda. Al amanecer, después del desastre, entre todos los cadáveres se encontraba el de Beatriz.

Así su nombramiento como gobernadora le duró veinticuatro horas. Los cuerpos de Pedro de Alvarado y Beatriz de la Cueva se encuentran en la Antigua Guatemala (antes Santiago de Guatemala).