MOSCA TSÉ-TSÉ
La mosca tsé-tsé, del
género Glossina, tiene unas costumbres muy extrañas. No es ovípara, su larva sale
directamente del cuerpo de la madre y vuela con vivacidad hasta esconderse
entre la arena o el humus. A veces viven en enjambres tan espesos que son
detectados y evitados por los indígenas. Cuando vuelan emiten un zumbido, al
cual deben su nombre de “tsé-tsé”.
De día se desplazan a una
velocidad enorme y es imposible atraparlas, de noche se debilitan y se dejan
atrapar. La mosca chupa la sangre de manera espectacular. Su picadura dura veinte
segundos y no es dolorosa. Si está infectada por el tripanosoma brucei, puede
transmitirlo a la sangre, al multiplicarse en el organismo puede afectar al
sistema nervioso. Durante el día aparecen periodos de somnolencia, cada vez más
frecuentes y prolongados, por la noche aparece el insomnio. Poco tiempo después
se produce un estado comatoso.
La mosca tsé-tsé se
siente atraída por el negro, por eso sus “victimas” favoritas son los
africanos, o los misioneros vestidos con sotanas. Los indígenas las alejan
cubriendo de excrementos a su ganado, ya que esta mosca odia el olor fecal y
huye, pero claro, esa práctica no es muy aplicable a las personas.
Las personas que están
más expuestas al contacto con la mosca son los habitantes de zonas rurales que
se dedican a la agricultura, la pesca, la ganadería y la caza. La epidemias más
importantes fueron en los años: 1896 y 1906, en Uganda y la cuenca del Congo;
en 1920 que afecto a varios países africanos; la más reciente ocurrió en 1970.
Hay cuatro medicamentos
registrados para el tratamiento de la enfermedad del sueño, según la OMS.
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