HISTORIA DEL CAFÉ
Las semillas del café, según una tradición árabe, fueron descubiertas por
un pastor de cabras etíope llamado Kaldi en al año 850. Cuenta la leyenda que
Kaldi se dio cuenta de lo raras que estaban sus cabras después de haber comido
la fruta y las hojas de un árbol. Las cabras estaban alegres, saltaban
excitadas y con mucho brío. Decidió probar los frutos, similares a las cerezas,
y al poco rato se sintió con más energía.
Cogió algunos frutos y ramas y se los llevó al abad de un monasterio. Le conto
lo sucedido después de comer esas hojas y el abad cocinó las ramas y las “cerezas”,
el resultado fue una bebida amarga que tiró al fuego. Cuando las “cerezas”
cayeron en el fuego empezaron a hervir y empezó a surgir un aroma delicioso. Decidió
hacer una bebida basada en el café tostado, y así nació el café.
Desde Etiopía, el café pasó a Arabia con el nombre de kawa, haciéndose famoso
el de la ciudad de Moka en la actual Yemen. Llegó a Europa por dos vías; Venecia,
a finales del siglo XVI, a través del comercio de los mercaderes, siendo
utilizado en principio como medicamento digestivo, y por Viena, donde sus habitantes
encontraron centenares de sacos abandonados en el campamento cuando levantaron
el cerco a que los tenían sometidos los turcos.
Kolschitzy, héroe local en Viena, reclamó esos sacos como recompensa de sus
acciones, y quiso hacer popular su consumo, no lo consiguió, y se le ocurrió colar
la infusión de café, de esa forma desaparecieron los posos que no gustaban a sus
consumidores (de ahí el conocido café a la vienesa). Además abrió el primer
café en 1683 en Viena.
En los siglos XVI y XVII su consumo fue castigado con la pena de muerte en
Turquía. Inglaterra empezó a tomarlo en 1650 gracias al comerciante Daniel Edwards,
que abrió la primera tienda de venta de café en Inglaterra. A Francia llegó en
1660, a través del Puerto de Marsella, en 1661 fue abierta la primera cafetería
en Marsella.
A España llega de la mano de la realeza, fue en el siglo XVIII con el
reinado de los Borbones. Gracias a las colonias americanas se contaba con una
de las mejores calidades de café. La primera cafetería que se abrió en España
fue en Madrid, en 1764 en la Fonda de San Sebastián, en la calle Atocha. En Barcelona
se abre en 1781 el Café de F. Martinelli. Tiempo después se abrieron cafeterías
en distintos puntos de España; Valencia, Bilbao, La Coruña, Cartagena. A finales
del siglo XVIII ya eran muy comunes en todas las ciudades.
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