PARAGUAS Y ABRELATAS

PARAGUAS- La sombrilla y el paraguas tienen su origen en Oriente. La sombrilla es más antigua, ya que el paraguas no fue inventado hasta el año 1620 en el que alguién descubrió que la sombrilla de hilo, una vez engrasada protegía de la lluvia.

En las antiguas civilizaciones orientales el paraguas representaba una especie de bóveda celeste en miniatura y dotaba de protección a la persona que lo llevaba.

Griegos y romanos consideraban afeminado el parasol. Las griegas de alto rango llevaban sombrillas blancas y una vez al año celebraban la “Fiesta de los Parasoles”, que era una procesión en homenaje a la fertilidad y tenía lugar en la Acrópolis.

A mediados del siglo XVIII, con la llegada de la burguesía el paraguas adquirió la importancia y popularidad que tiene. En 1769 se creó en París una sociedad dedicada a alquilar paraguas a los viandantes de Pont Neuf (Toulouse), así comenzó su época dorada.

ABRELATAS- En 1809, el francés Nicolas Apert inventó un método para conservar los alimentos. Su idea era, calentar y cerrar herméticamente la comida en recipientes de cristal.

Un tiempo más tarde el inglés Peter Durand tuvo la idea de sustituir el cristal, que era delicado, por latas de hojalata. Sus consumidores principales fueron el ejército y los exploradores.

Como las latas eran muy gruesas y no se habían inventado los abrelatas, los soldados las abrían con las puntas de las bayonetas. El resto de las personas utilizaba martillos y punzones.

En 1850 empezó a usarse una hojalata más fina y ocho años despues el americano Ezra Warner patentó el primer artilugio para abrir latas. Esta cuchilla, parecida a una pequeña bayoneta, perforaba la tapa, por efecto de palanca, ya que el abridor se podía encajar en el borde de la lata.

En 1878, el norteamericano William inventó un abridor con una pequeña rueda metálica giratoria, que actuaba como una cuchilla.