EL PIRATA MORGAN

El nombre de Morgan va unido a una serie de lugares, entre ellos Panamá y la isla de Cocos, que jalonan sus hazañas de pirata.

La hazaña culminante de Henry Morgan fue la toma y saqueó de Panamá, en esta ciudad se concentraban las riquezas venidas del Perú y de otros lugares de Indias, para luego ser enviadas, en sucesivas etapas, hasta España. Panamá (no era la actual, sino la antigua, situada a unos ocho kilómetros) era una de las ciudades más importantes y ricas de América, por eso, Morgan decidió apoderarse de sus riquezas.

Morgan juntó 37 navíos y más de 2.000 hombres avezados en la lucha , y se lanzó al asalto de los fuertes en 1671. Los piratas encontraron la ciudad vacia, los habitantes huyeron a los bosques a refugiarse con sus riquezas. Los grandes tesoros fueron guardados en pozos y túneles secretos que fueron inundados.

Sin embargo, Morgan pudo hacer algunos prisioneros, a los que tras feroces torturas consiguió hacer hablar. Ello le permitió apoderarse de un buen botín, aunque solo era una mínima parte de lo escondido.

La historia que sigue al saqueo de Panamá tomó dos rumbos, uno se refiere a las riquezas que permanecieron ocultas, otro, a las que el propio Morgan se llevó.

A causa de la inundación de los túneles o de la muerte de sus dueños, los tesoros siguieron ignorados o inasequibles en los subterráneos. En el transcurso del tiempo muchas personas han tratado de encontrarlos y, algunas veces, lo han conseguido.

En 1918 fueron descubiertos unos planos de los antiguos túneles de Panamá. El inglés George Williams, siguiendo las indicaciones de los documentos, provisto de escafandra y de un detector eléctrico de metales, exploró los túneles inundados y encontró numerosos objetos de oro y plata, así como monedas, cuyo valor conjunto fue muy elevado.