HENNA

La henna es el nombre del árbol Lawsonia Inermis. Las hojas (recogidas en primavera), se secan y se pulverizan para elaborar la henna en polvo. Este polvo se mezcla con agua o con otras sustancias (té, limón, azúcar, café, etc). La henna contiene una sustancia que se oxida al contacto con el aire, y le da la capacidad de actuar como colorante.

Recibe muchos nombres dependiendo del país, en la India se la conoce como mehndi, en castellano su nombre es alheña.

Su uso se remonta a cinco mil años atrás. Parece que se empezó a utilizar en el Antiguo Egipto, y se extendió a los demás países del Norte de África y Oriente Medio. Se dice que el profeta Mohammed la utilizaba para teñirse la barba.

Los árabes celebran la llamada “Hafla al-henna”, esta fiesta es para contentar a los genios y protegerse de ellos y de su mal de ojo, y para pedir prosperidad y fertilidad.

Duran tres días y se invita a todas las amigas y mujeres de a familia, que visten sus mejores galas. Se contrata a una tatuadora profesional y si el presupuesto lo permite se ameniza la fiesta con una orquesta.

La anfitriona no hace ninguna tarea en los días que dura la fiesta, tendrá que estar quieta durante un día con las manos y los pies envueltos en algodón para que los tatuajes de henna se marquen y duren. Las mujeres de la familia la cuidan y alimentan.

A la henna se le han atribuido propiedades curativas y mágicas. Refresca la piel, reduce la grasa en el cabello, y hace que el pelo esté más fuerte y sano. También se han utilizado para dolor de garganta, de cabeza, contusiones, enfermedades de la piel y diarreas.