EL PODER DE LAS CABEZAS

 En muchas culturas, desde todos los tiempos se han conservado partes del cuerpo de los difuntos; cabellos,corazón, entrañas, vísceras, cabezas... Para muchas de estas culturas el cuerpo del cadáver no es importante, lo verdaderamente importante es la cabeza. Es muy conocido el ritual de los jíbaros por reducir y conservar las cabezas. Decía el filósofo Platón respecto a la cabeza que por su forma era comparable con el universo.

Para el chamanismo de Mali, el espíritu encargado de proteger al chamán que acaba de ser nombrado deberá entrar por la cabeza. Para ello el maestro chamán practica una simbólica apertura en la nuca del iniciado.

Los guerreros celtas, cortaban en las batallas las cabezas de sus enemigos y las colgaban de los arneses de sus caballos. Los jefes, más selectos en el trato, acostumbraban a presentarlas clavadas en estacas en las puertas de sus chozas.

Los jefes de tribu de los teutones, tras repartir el cuerpo de sus enemigos para realizar una comida ritual, cortaban y vaciaban la cabeza, seguidamente se la entregaban a su sacerdote o mago quien servía en el interior del cráneo un elixir mágico capaz de condensar los poderes y la fuerzas del abatido.

En Irlanda los guerreros más valerosos lucharon por la conservación de la cabeza de su gran héroe Conchobar. La leyenda asegura que la cabeza había llegado a hablar para emitir opiniones en juicios y disputas y que los druidas irlandeses le preguntaban a menudo sobre cuestiones del más allá.

Otra cabeza dotada de poderes mágicos es la de Bran de Escocia. Cuenta la leyenda que unos guerreros cortaron la cabeza del rey escocés y se la llevaron para enterrarla en un lugar seguro, ya que un oráculo había vaticinado que la isla de Gran Bretaña no tendría desgracias mientras la cabeza permaneciera escondida. Aseguran que la cabeza del rey estaba en sintonía o contacto perpetuo con los espíritus y dioses que poblaban la isla y que se encargarían de vigilarla y protegerla de posibles invasores.