MÁRMOL Y ARTE

El mármol, como material arquitectónico, alcanza por primera vez gran difusión en la arquitectura griega del siglo VI. Anteriormente en el arte micénico y cretense se usaban mármoles de colores como revestimiento en paredes de templos y palacios. Por sus buenas cualidades físicas, el mármol fue y es uno de los materiales escultóricos más apreciados.

En Grecia, en tiempos de Pericles, el mármol aparece formando parte de la estructura de los edificios y templos (Partenón, El templo de Atenea). En Roma el mármol desempeñó funciones decorativas y en el período de Augusto se incorporó a la arquitectura, con todas sus aplicaciones. La función decorativa del mármol aparece también en la arquitectura bizantina y en la Siria cristiana.

En el siglo XII pasó a Italia a través de Bizancio, y alcanzó gran difusión en el Renacimiento. En el período barroco se usó principalmente como revestimiento.

Desde el arte egipcio hasta la escultura del período románico, la obra se realizaba directamente sobre el material, pero a partir del período gótico se esculpía previamente un modelo en yeso, en el que se tomaban puntos de referencia que se trasladaban al bloque de mármol antes de empezar la obra.

En la escultura contemporánea se vuelve al primitivo tratamiento, realizando la obra directamente en mármol, dando más importancia a lo espontáneo de la obra que a la perfección del acabado.

FOTO- CAVERNAS DE MÁRMOL EN AYSÉN (CHILE)