HISTORIA DE LA EDUCACIÓN

En los pueblos primitivos la educación quedaba limitada a la transmisión a los iniciados de las costumbres, tradiciones, creencias y tabúes del grupo o clan, y a instruir a los jóvenes en las artes y técnicas para la supervivencia. Más adelante, en las civilizaciones del Próximo y el Lejano Oriente, la educación se fue perfeccionando.

En China, aunque estaba abierta a todo el mundo, se reservaba a unos pocos, los estudios incluían lenguaje y retórica, y se inculcaba a los alumnos un gran respeto por la familia y el Estado, menospreciando la iniciativa personal.

En la India existía una educación muy diferenciada según las castas, todo ello dentro de una gran rigidez social. La educación de las clases altas era principalmente religiosa, y la de las clases bajas, muy rudimentaria.

Entre los judios, los escribas era los interpretes de la ley de Moisés y la sinagoga el principal centro educativo.

En el Antiguo Egipto, quienes se preparaban para ser sacerdote o escriba recibían unas enseñanzas globales, y los demás una educación intencionada; la educación práctica y profesional y la familiar y corporativa.

En Grecia, donde la educación familiar duraba hasta los 7 años, destacaba la espartana, de tipo colectivo que hacia hincapié en los ejercicios físicos, y la ateniense, que dependía de la iniciativa privada y doméstica. A los 13 años se ingresaba en la palestra, donde se practicaba la gimnasia, la gramática y la música.

El sistema educativo romano, tenía carácter práctico y moral, se basaba en el respeto a los antepasados, la sumisión a la familia y la adhesión al Estado.

En la Edad Media europea, en medio de una educación diferenciada según el grupo social al cual iba destinado, como centros de cultura y educación, destacan los monasterios y las universidades.