16 de marzo de 2011

PASTORITX (LEYENDA BALEAR)


Ahmed y su amigo el pastor, estaban como siempre en la llanura a la que acudían las ovejas de Pastoritx en Valldemossa a pacer. Ahmed tendido en el suelo, le hablaba al pastor de su tierra, de su familia y de la libertad con la que soñaba, sin esperanzas de poderla alcanzar algún día.

El pastor estaba sombrío por la sequía que duraba demasiado y afectaba a la finca por lo que el amo había decidido a sacrificar el ganado, antes que verlo morir de hambre. Desesperado el amo había ofrecido pagar lo que fuera al que encontrase una fuente que salvase a sus ovejas de una muerte segura.

Ahmed tuvo una idea, se presentó al amo y le dijo si le concedería la libertad si encontraba agua. El amo le contestó que sin dudarlo se la daría.

Ahmed esperó una luna adecuada y una noche cavó y cavó con todas sus fuerzas pensando en su libertad. Al día siguiente se presentó de nuevo a su amo y le dio la noticia de que en Es Polls manaba una fuente, pidiéndole que cumpliera su promesa.

Siete días le pidió el amo al esclavo para cerciorarse de la calidad del agua. Pasados los siete días Ahmed reclamó su premio, que se fue demorando otros siete días para ver si el caudal no cesaba. No cesó y volvió a insistir el esclavo y le pidió siete días más para terminar un estanque, y siete más para canalizar el agua hasta las casas, y siete más, más y más y nunca terminaban los siete días.

Ahmed tomó una decisión, cogió la azada y cegó la fuente. El pastor que andaba por allí, oyó el ruido y adivinando las intenciones del esclavo, le suplicó que no siguiera, que dejara al menos agua para las ovejas.

El esclavo le dijo que las ovejas tendrían agua, pero sólo podrían beberla ellas porque sería mala y amarga. Para el pastor dejó un pequeño chorro cristalino para calmar su sed y para que le recordara su venganza sobre su amo. Ahmed se despidió de su amigo. Horas después una galera embarcaba al esclavo huido.

Cuenta la leyenda que en Pastorix, Sa Font d'es Polls continúa manando, todavía hoy, el agua es turbia, mientras que un finísimo hilo de agua sigue brotando. Ambos son recordatorios de una venganza y de una hermosa amistad.

2 comentarios :

Satur DICE

Parece que siempre hay una leyenda para cada rinconcito. Ésta es a la vez encantadora y terrible.

Ana DICE

Satur a mi me encantan estas leyendas. Un beso