EL TESTAMENTO DE AUGUSTO
Había hecho su testamento tres días antes de las nonas de abril (3 de abril), un año y cuatro meses antes de morir, añadiéndole dos codicilos, escritos de su puño y letra (una parte), y la otra por sus libertos Hilarión y Polibio.
El testamento, depositado en el colegio de las Vestales, lo presentaron (las Vestales) en tres cuadernos con sellos iguales. Se abrió en el Senado y se leyó. Los herederos principales era Tiberio y Livia. Al primero en la mitad más un sexto, y a ella en un tercio.
A Druso, hijo de Tiberio, en un tercio y, a Germánico y sus tres hijos en las dos partes restantes. En tercer lugar nombraba herederos a gran cantidad de parientes y amigos.
Al pueblo romano les dejó cuarenta millones de sestercios. A cada soldado de la guardia pretoriana, mil sestercios. A las cohortes urbanas, quinientos y a las legiones, trescientos. Estas cantidades debían pagarse en el acto (estaban resevadas en el tesoro imperial).
Hizo otros legados que ascendían a veinte mil sestercios, señalando un año para pagarlos poniendo como excusa la medianía de su fortuna, declarando que sus herederos no obtendrían de la sucesion más de ciento cincuenta millones de sestercios, a pesar de que en los últimos veinte años sus amigos le habían legado cuatro mil millones, que empleó en el Estado. También tenía sus dos patrimonios paternos y otras herencias de familia.
A las dos Julias, su hija y su nieta, solamente las nombraba para prohibir que las enterrasen con él en la misma tumba.
De los tres cuadernos que había con el testamento, uno contenía órdenes para sus funerales, otro un sumario de su vida, que debía grabarse en planchas de bronce delante de su mausoleo, y el último era una exposición de la situación del imperio, enseñando cuántos soldados había, cuánto dinero en el tesoro del emperador, cuánto en las arcas del Estado y que tributos e impuestos se debían. Añadió los nombres de sus libertos y esclavos, por si tenían que pedirles cuentas.
4 comentarios :
Y luego reinó Tiberio, su hijo adoptivo, roído por el resentimiento. Como se señala en el magistral estudio del doctor Marañón.
Yo hago una pregunta. ¿Toda esa cantidad de moneda estaba acuñada o era virtual?.
Enrique, pues si, se deshizo de todos sus posibles rivales a su sucesión. Un beso.
Diego, estaban acuñadas, el áureo era de oro, el denario de plata, el sextercio de bronce, el dupondio de bronce, el as de cobre Un beso
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