2 de marzo de 2011

PLANTAS MEDICINALES



ENELDO- Las raíces recogidas en octubre sirven para preparar una infusión contra la debilidad estomacal y la mala digestión.

ARNICA- Se utilizan los rizomas y las flores aún no abiertas, en infusiones. Sirve para curar las fiebres, para subir la presión, provocar sudor y estimular el sistema nervioso. Las hojas y las flores preparadas en ungüentos curan contusiones, cardenales, sabañones, llagas y reumatismos. En fuertes dosis puede resultar venenosa.

MELISA O TORONJIL- Las hojas recogidas entre mayo y agosto se utilizan para preparar una infusión que se toma a cucharadas, contra los dolores de estómago y las crisis histéricas. Las cimas floridas, recogida en verano, puestas a macerar en alcohol proporcionan un licor que se toma a gotas sobre terrones de azúcar contra el mal de montaña y nauseas. Las flores desecadas puestas en agua en el baño, sirven para endurecer la piel.

TREBOL- Las flores recogidas en verano sirven para preparar una infusión con acción diurética. La decoción sirve para preparar compresas en los ataques de gota.

ZARZAPARRILLA- La raíz recogida en primavera o en otoño, sirve para preparar una decoción que se toma en vasos por la mañana en ayunas como depurativo de la sangre.

MOSTAZA- Las semillas recogidas en septiembre se maceran en vino blanco proporciona una bebida que se toma, en vasitos, contra los ataques neurálgicos o como estimulante nervioso. Con las semillas, reducidas a harina, se hacen emplastos que se aplican en casos de inflamación bronquial, forúnculos y abscesos.

ALGARROBO- La corteza recogida en febrero y reducida a polvo ejerce una notable acción antidiarreica. Las hojas, en infusión, son astringentes. La decoción de los frutos es laxante, y también expectorante.

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