EL MUNDO SEGÚN HERÓDOTO

Herótodo visitó diversos países lejanos, desde Escitia (en la actual Rusia) hasta Libia y Mesopotamia. Parece que de sus muchos viajes obtuvo los datos que luego reflejaría en su obra.

Primero tras implicarse en una revuelta contra la tiranía de su ciudad, se exilió a la isla de Samos, y ese fue el principio de sus multiples viajes por todo el Imperio persa, hasta adentrarse en su corazón y más allá, llegando a Babilonia y Susa.

Parece ser por la descripción que hace de Egipto que pasó allí unos meses, seguramente remontó el Nilo hasta Tebas y visitó los lugares más importantes del país, como las pirámides y los templos de los antiguos dioses.

Permaneció largo tiempo en Atenas y conoció su esplendor, gozando de cierta popularidad gracias a las lecturas públicas de su obra.

Visitó otros lugares de Grecia, como Delfos o las islas del Egeo, y conoció la magna Grecia.

En Escitia se fascinó con los terribles guerreros de las estepas, los escitas. Arquetipo de los bárbaros sin civilizar que pusieron en jaque al imperio persa. De ellos describe sus extrañas costumbres, como el uso del cannabis.