14 de marzo de 2010

CANGREJOS

Existen numerosas especies de cangrejos, y casi todos son muy semejantes. Lo que si cambian son sus costumbres, zonas de residencia y alimentación.

Tienen dos panzas muy poderosas y la del cangrejo común posee una fuerza prensora equivalente a treinta veces la mano de un hombre. Para crecer abandonan el antiguo caparazón, y pueden perder una o las dos pinzas sin grave daño, ya que vuelven a crecerle.

El más corriente es el común. Es un crustáceo pequeño y muy activo, que no suele pasar de los cinco centímetros de longitud. Su color es verdoso y corre muy rápido cuando se le molesta. El borde de su caparazón es serrado, sus ojos prominentes y las pinzas finas y largas.

Entre las múltiples especies e cangrejos nadadores, la mayor es la nécora, Se distingue de los demás por su caparazón rojizo aterciopelado, y por lo agresivo, tanto que los franceses la llaman “le crabe enragé”(cangrejo loco). El aspecto aterciopelado se debe a la gran cantidad de vellosidades que tiene su caparazón.

Las patas de la nécora presentan articulaciones de color azul, el par de patas posteriores tiene forma de pala, lo que le permite avanzar por el agua a mucha velocidad.

El cangrejo azul es otro cangrejo nadador que habita en la zona oriental del Atlántico. Nada tan rápido como un pez, lo que le permite capturar algunas especies de estos para alimentarse. Como su nombre indica su caparazón es azul.

El cangrejo real o vergonzoso, recibe este nombre ya que cuando se siente amenazado oculta la parte de su cuerpo correspondiente a la cara, donde alberga órganos bucales muy sensibles, mediante sus pinzas anchas y grandes. Habita en medios arenosos, en los que escarba buscando moluscos. Cuando se encuentra enterrado, sus mandíbulas y otras piezas bucales constituyen una hendidura respiratoria que, junto con los ojos, sobresalen de la arena.

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