¡QUÉ COSAS!
A comienzos del siglo XIV, Enrique de Mondeville, cirujano de el rey de Francia Luis Felipe I , al examinar el clítoris de la mujer (no sé si de la suya o de otra), vio en él la extremidad de la uretra y comparó el capuchón de piel que lo protege con la campanilla de la garganta que, según el doctor, modifica el aire que entra en los pulmones.
Para Mondeville, el clítoris venía a ser un filtro que seleccionaba los olores y los soplos que ascienden por sus conductos. En el Medievo se creía que la mujer tenía un poder especial para captar y absorber las exhalaciones telúricas, hasta el punto de que San Alberto Magno citó el caso de una mujer que, según su propia confesión, obtenía placer con la acción del viento.
El médico Avicena explica en su Canon que la erección del pene se debe a una fuerte ventosidad que aporta el “spiritus desiderativus”, para de este modo transformar la parte pertinente del cuerpo en una máquina neumática. Según San Alberto Magno es provocada por la acción espasmódica de una enorme ventosidad.
Nuestros riñones se llaman así desde la Edad Media. Los médicos denominaron a este par de organos “filtradores renes”, porque “rivi ab his obsceni humoris nascantur”, o sea, porque el fluido (rivus) del semen (obscenus humor), brota de este lugar.
Para Mondeville, el clítoris venía a ser un filtro que seleccionaba los olores y los soplos que ascienden por sus conductos. En el Medievo se creía que la mujer tenía un poder especial para captar y absorber las exhalaciones telúricas, hasta el punto de que San Alberto Magno citó el caso de una mujer que, según su propia confesión, obtenía placer con la acción del viento.
El médico Avicena explica en su Canon que la erección del pene se debe a una fuerte ventosidad que aporta el “spiritus desiderativus”, para de este modo transformar la parte pertinente del cuerpo en una máquina neumática. Según San Alberto Magno es provocada por la acción espasmódica de una enorme ventosidad.
Nuestros riñones se llaman así desde la Edad Media. Los médicos denominaron a este par de organos “filtradores renes”, porque “rivi ab his obsceni humoris nascantur”, o sea, porque el fluido (rivus) del semen (obscenus humor), brota de este lugar.
4 comentarios :
Bonita entrada, y es que la sexualidad femenina inquietaba profundamente al hombre medieval, también al de hoy.....
Según refiere Gordonio en el Lilium medicinae: "las mujeres tienen mayor deseo en el verano porque su esperma es frío y entonces se calienta, se mueve y trabaja. En los varones en cambio sufre exhalación, consumimiento y flaqueza, pero en invierno el calor es más fuerte por lo que tienen más deseo durante el invierno que las mujeres"
El mismo Galeno en De Locis affectis, "los lugares afectados" decía: "Se esta de acuerdo en que esta afección sobreviene sobre todo a las viudas, en especial cuando en un tiempo anterior han tenido una menstruación regular, han concebido y han mantenido trato sexual con los hombres, pero se ven privadas de todo ello (..). Quizá, sobre todo, dependan de la retención del semen, porque el semen tiene una gran fuerza y es más húmedo y más frío en las mujeres, y necesitan eliminarlo cuando tienen mucho esperma exactamente igual que los hombres. Es más, sabemos que en los hombres la diferencia es grande: unos tan pronto como llega la pubertad, se ven debilitados por las relaciones sexuales, otros, por el contrario, si no hacen uso del sexo con frecuencia, tienen la cabeza pesada, ansiedad y fiebre, peor apetito y mala digestión".
Perdón por el tocho......un saludo.
Valentín, que cosas hay que oir..
No te preocupes me encantan tus tochos, con ellos aprendo, que es lo importante.
Un beso.
Eso, como Petete, el libro gordo te enseña, el libro gordo entretiene..saludos
Y yo te digo contenta, hasta el comentario que viene...
Un beso.
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