EL CHOCOLATE Y LA SALUD

A finales del siglo pasado los médicos comparaban las propiedades del cacao con la leche materna, escribía uno de ellos; “El cacao es, de entre las bebidas domésticas, la más alimenticia y el alimento más barato”.

Su valor como fuente de rápida energía ha sido reconocido desde hace mucho tiempo. Hernán Cortés decía: “Una taza de esta preciosa bebida permite a un hombre caminar durante todo un día sin tomar comida alguna”.

En un libro publicado en 1903 decía acerca del cacao y la longevidad; “ De que es tan nutritivo para los viejos como para los jóvenes tenemos una prueba interesante en el hecho de que el primer inglés nacido en Jamaica, el coronel Montangue James, que vivió hasta los 104 años, apenas tomó otro alimento que cacao y chocolate durante los últimos treinta años de su vida”.

Los aztecas atribuían al cacao diversas propiedades medicinales pues creían, entre otras cosas, que los granos de cacao molidos, junto los huesos de sus antepasados curaban la diarrea. En el siglo XVII, las mujeres españolas que vivían en México pensaban que el cacao molido hasta la textura de una pasta y mezclado con chile era bueno para el estómago y contra el catarro.

Uno de los usos médicos más inusuales del chocolate era como remedio para la resaca. En la noche de la coronación del rey Carlos II de Inglaterra, Samuel Pepys estaba muy borracho y, al día siguiente escribió en su diario: “Me he levantado esta mañana con la cabeza en un triste estado a causa de la bebida de anoche, por lo que estoy muy apesadumbrado. Así que he salido con Mr. Creed a tomar nuestra bebida matinal, que él me ha dado en chocolate para asentar mi estómago”.

El chocolate contiene una pequeña cantidad de cafeína, el principal estimulante que contiene es la teobromina, que no es tan perjudicial como la cafeína.