LAS BACANALES DE RAMSÉS II
Ramsés II, tenía unos espías que seguían a las chicas más atractivas de Egipto, les regalaban oro y piedras preciosas, y las invitaban a fiestas cuyo único invitado era él. Se sentaba medio desnudo, cubierto tan solo por un taparrabos, en su trono de oro. Detrás se arrodillaban dos mujeres púberes, vestidas únicamente con un cinturón del que colgaban finas tiras de cuero.
El Rey hacía una señal y comenzaba el espectáculo. Una orgía, loca, desenfrenada, obscena y perversa. Al son de una música estridente, entraba una muchacha,se tendía en el suelo, se despojaba de su vestido, abría sus muslos y el Faraón contemplaba sus encantos.
A pesar de eso, todo esto no excitaba demasiado al Faraón, ya que está ceremonia se repetía cada semana, como presentación de las nuevas candidatas al harén. Lo mejor venía después, en el salón entraban varios carros repletos de chicas desnudas,unas iban atadas, otras de pie o acurrucadas. Todas competían en sus posturas coitales e invitaban a Ramsés a perder su compostura Real.
Con gritos salvajes el Faraón se lanzaba sobre las muchachas, que se ofrecían. Preso del éxtasis, Ramsés, saltaba de un carro a otro, de una muchacha a otra, de un coito a otro. Parece increíble si no fuera por el papiro de Turín, que lo certifica con pelos y señales.
1 comentarios :
Elevada civilización!!
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