TALENTOSOS

 

Cuando Darwin visitó Madagascar durante su viaje en el Beagle, le intrigó una orquídea blanca cerosa con un nectario de casi 30 centímetros de longitud. No tuvo la oportunidad de saber por observación como polinizaría una flor así, pero dedujo correctamente que lo haría un insecto con una trompa de 30 cm de largo. Su teoría fue motivo de mofas. Veinte años más tarde fue capturada una mariposa nocturna que tenía un tamaño de 14 centímetros, pero una trompa de 30 cm de largo. Se llamó Xanthopan morganii praedicta.

El matemático Janos Bolyai, quien descubrió la geometría no euclidiana, se especializó en el violín y en el sable de duelo, siguiendo la tradición del aristócrata húngaro. Una vez esgrimió con 13 espadachines, uno tras otro, ganándoles a todos y tocando el violín entre encuentros. Bolyai abandonó el trabajo en matemáticas cuando sintió vergüenza y humillación ante el descubrimiento que un poco antes Karl Friedrich Gauss, matemático y astrónomo alemán, había tenido las mismas ideas respecto a la geometría no euclidiana, pero no las había publicado.

Benjamín Franklin fue precavido al efectuar su famoso experimento con una cometa en el que cargó una botella de Leyden con electricidad captada de las nubes. Los dos primeros hombres que trataron de repetir el experimento se electrocutaron.

Alexander Graham Bell, inventor del teléfono y profesor de sordos, fue un demonio de la velocidad. Su lancha hidroplano estableció una marca de velocidad sobre el agua en 1919, cuando Bello tenía 72 años, superando los 116 kilómetros por hora.