EL BAILE DE LOS PINGÜINOS

 

Los pingüinos prefieren nadar que volar. A diferencia de las aves que sí pueden volar y tienen los huesos huecos, los pingüinos tienen un esqueleto denso, algo muy adecuado para bucear, pero no para volar.

Dentro del agua su forma les concede una gran agilidad, pero en tierra el pingüino es muy patoso. Sus pasos hacen que se balancee de lado a lado y que salte sobre las dos patas en las superficies irregulares.

En la Antártida los pingüinos viajan hasta 80 km para buscar comida. A pesar de que sus patas son cortas pueden moverse con bastante rapidez. para ahorrar energía, tienen una forma de desplazamiento muy efectiva; siempre que se presenta la oportunidad, se deslizan cuesta abajo apoyando la tripa contra el hielo, usando las alas para controlar la dirección y las patas para propulsarse. Es lo que se conoce como “tobogganing”.