LA MUERTE DE BENITO JUÁREZ

 

Según el acta de defunción, Benito Juárez (Presidente de México) falleció, el 18 de julio de 1872, de neurosis del gran simpático (parte del sistema nervioso que, entre otras funciones, se encarga de la aceleración del ritmo cardiaco); además, padecía angina de pecho. Según parece su corazón ya le había fallado en alguna ocasión en el año 1870.

Un día antes de cumplir 66 años, el 20 de marzo de 1872, le dio una angina de pecho. Estuvo en cama y le pidió al médico que no comentase nada con nadie. Se recuperó y siguió con su vida normal.

El 8 de julio sintió un dolor agudo en el pecho. En los siguientes días, empeoró. A pesar de todo, no cuido su dieta (alta en grasas). Dos días antes de morir comió sopa, tallarines, huevos fritos, arroz, bistec, frijoles, salsa de chile piquín, fruta y café. También media copa de vino, pulque y jerez. Por la noche bebió una copa de rompope.

Del 17 al 18 de julio, Juárez sufrió unos cuantos ataques, que los médicos llamaron “calambres del corazón”, cada vez más dolorosos.

Al caer la noche del 18 de julio, le aplicaron morfina. Murió a las 23 horas.

Otra versión cuenta que murió envenenado con veintiunilla, una planta mortal. Esta planta hace efecto 21 días después de tomarla, atacando el corazón sin dejar ningún rastro. La supuesta asesina fue Oliveira del Pozo, apodada La Carambada.