EDUARDO VIII Y MARGUERITE ALIBERT

En 1917, Eduardo VIII de Inglaterra, (el rey que abdicó por amor a Wallis Simpson), mientras servía en Francia durante la Primera Guerra Mundial, fue arrastrado hasta Marguerite Alibert, una cortesana parisina a la que conocía profesionalmente como Maggie Meller.

Ella ya tenía muchos admiradores ricos, entre ellos el duque de Westminster y aristócratas, políticos y banqueros franceses. Su variado repertorio sexual cautivó al tímido príncipe y mantuvieron relaciones hasta el final de la guerra.

Eduardo le escribió cartas de amor muy indiscretas, que Maggie guardó, Esa correspondencia íntima terminó por salvarla de la horca.

En 1923, mató de un disparo a su rico marido egipcio y fue acusada de asesinato. Con miedo a un escándalo, la casa real británica hizo un trato. Si Maggie no contaba nada sobre sus relaciones con el príncipe, el jurado no sabría nada del carácter de la acusada. Eduardo recuperó sus cartas y Maggie fue absuelta.